Alta rentabilidad. La única tecnología que no requiere compra ni mantenimiento de receptores.
La utilización en lugares de tránsito. La única solución posible donde un usuario está de paso, por ejemplo en mostradores, o en redes de transporte.
Invisible, pero siempre presente. Los individuos no tienen que pedir ayuda a nadie, necesitan solamente usar la opción "T" de sus audífonos para oír claramente. Los que prestan el servicio no tienen receptores que controlar o mantener.
La tecnología más versátil. Proporciona soluciones adaptadas a cualquier ambiente, desde un microbús a un aeropuerto, de ventanilla para billetes a una sala de conferencias. Ningún otro sistema queda cerca en cuanto a flexibilidad.